Antes que nada me gustaría agradecer a la gente de Tiny Builds por enviarme un código para hacer un análisis de Punch Club, un juego indie que ya se encuentra disponible para descargar tanto en Nintendo 3DS, como en PC y celulares Android e iOS.
Punch Club se trata de un simulador de vida con muchísimas variables para tener en cuenta antes de planear el día. Es necesario entrenar para estar en forma y luchar. Para poder entrenar, se necesita plata para pagar el gimnasio. Al mismo tiempo tenes que llenar el refrigerador con comida para tener energía, tanto para entregar como para poder ver a tu novia. Y a la vez si le prestas más atención al trabajo o a entrenar que a tu novia, se ofende. Me siento realmente en la vida real, pero de una forma más badass. Punch Club imita las dificultades de la realidad muy bien y al mismo tiempo balancea esto con las mejores cualidades de los RPGs. Llegar a ser un campeón es una tarea más que difícil.
Punch Club combina las mejores partes de los juegos de Persona sobre el manejo de la vida, con una sorpresiva y profunda cantidad de opciones de RPG para llevar a nuestro luchador a lo más alto del podio. Ganar todas las peleas, sean como un súper héroe enmascarado, en las peleas callejeras o en el ring “oficial” no es una tarea fácil, pero luego de encontrar una rutina eficiente con una buena alimentación, al final del día o mejor dicho de la pelea te da una merecida satisfacción.
Algo que me parece importante decirles es que nosotros los jugadores no somos más que los directores técnicos fuera de las peleas. Está en nosotros decir que habilidades va a usar nuestro luchador cada ronda, pero una vez que entra a la pelea en sí, solo depende de su AI y que use los movimientos de forma correcta para no consumirse toda la energía. Lo más importante además de comer y hacer amigos y todo eso que estamos acostumbrados a ver en juegos como los Sims, es la rutina de entrenamiento. Elegir una buena rutina, va a marcar la diferencia al momento de pelear, así como elegir qué camino tomar en el árbol de habilidades. Todo esto que no parece tan importante se refleja en las peleas. Punch Club, no es para nada un juego competitivo, sino todo lo contrario. Como no se controla al personaje al momento de la pelea, hay un margen de azar dentro de la misma. Debido a esto, por más que parezca que la pelea debería ser fácil, muchas veces no lo resulta siendo, cosa que a veces resulta frustrante. Ni hablar de la gratificante sensación cuando es al revés.
Parte de lo que hace que Punch Club sea atractivo al jugador es la profundidad que tiene al momento de planear una estrategia en una pelea. El personaje principal durante la pelea tiene un número limitado de lugares donde poner habilidades que va desbloqueando a medida que gana batallas. Nosotros, como el coach que decide que habilidades usa nuestro personaje, tenemos que pensar en las fortalezas y debilidades tanto de nuestro luchador como del adversario. Asi de esta manera saber si conviene poner golpes para derrotar al oponente o quizás conviene poner bloqueos y habilidades para esquivar. Nada es certero sobre el desarrollo de la pelea, pero esto hace que Punch Club, sea bien parecido a una pelea de verdad, donde no se sabe cómo van a actuar los atletas.
Los desarrolladores en Lazy Bear Games, hicieron un trabajo fantástico en el pixel art y en la música pegajosa que tiene al mejor estilo Super Nintendo Entretainment System. Muy a lo retro, todo el dialogo parece ser en chiste como dentro de una película de acción de los años 70 o dentro de la serie de las Tortugas Ninja. En sí, esto no tiene nada de malo, pero se vuelve un poco cansador después de un tiempo.
La verdad que después de un rato, la rutina de entrenamiento diario y la agitada vida de luchador profesional y clandestino me cansaron. Me encontré trabado haciendo lo mismo repetidas veces hasta que lograba llegar a la meta de lo que estaba tratando de conseguir. A veces esto tardaba horas. El hecho de que en Punch Club nuestro personaje puede bajar de nivel con el transcurso del tiempo si no se continúan haciendo determinadas actividades hace que todo el proceso de subir de llegar a alguna meta sea más difícil.
El juego se volvió una lucha constante y desmoralizante que rompió con todo el entusiasmo que tenía en un principio. Cuanto más seguido jugaba me volvía más aburrido, frustrado y amargo. Una vez que me canse de jugar y tener que grindear experiencia (como en casi cualquier RPG) decidí volver a empezar para jugar de alguna manera diferente. No llevaba ni una cuarta parte de lo lejos que había llevado en mi primera experiencia cuando me aburrí y deje de jugarlo por completo.
Hoy, después de una semana de haber dejado de jugar al Punch Club, volví a agarrar mi Nintendo 3DS para ver que sentía. Realmente fue sorpresivo. Volví a sentir lo que sentí las primeras horas de juego. Sin lugar a duda recomiendo este juego a pesar de cansar después de un determinado tiempo.