A falta de un día para el gran aniversario de Pokémon, en Blogtendo seguimos con nuestra pokésemana dedicada a estas grandes criaturas. ¡Hoy en Pokétendo hablaremos de todos esos objetos de los que somos incapaces de deshacernos!
A lo largo de nuestra vida, seguramente nos hemos hecho, ya sea por regalos o por compras, con un sinfín de variados objetos relacionados con nuestros videojuegos favoritos. En este caso, dado que estamos en nuestra semana especial Pokémon, os mostraremos aquellos objetos de la saga que tenemos, tanto yo como algunos de los miembros del staff de Blogtendo.
Con vosotros, ¡mi colección de juegos! Como veis tengo todos los de la saga principal tanto para Game Boy como para Game Boy Advance. Tengo que destacar que a excepción del Pokémon Rubí, Cristal y Rojo Fuego (mis juegos propios conservados desde mi infancia. También tuve el Amarillo y el Cristal, pero se lo regalé a una prima junto a mi Game Boy Color verde), el resto los he comprado mucho tiempo después (mi intención es coleccionarlos todos, así que voy añadiendo nuevos poco a poco).
En la imagen también os muestro dos pósteres que venían con las cajas de los juegos, dos manuales originales en perfectas condiciones (Rubí y Rojo Fuego), uno en condiciones no tan perfectas (el del Pokémon Amarillo que está al lado de su juego), la única caja que conservo de la saga y por último, por ahí arriba a la izquierda, se me ha colado el Conector Inalámbrico también conocido como Wireless, que hacía las funciones del Cable Link en el Rojo Fuego/Verde Hoja y Esmeralda.
Si hablamos de merchandising como tal, no soy una persona muy de tener cosas relacionadas con los videojuegos, lo poco que tengo se basa en pósteres y guías que me venían de regalo con la extinta revista Nintendo Acción (actualmente se llama Revista Oficial Nintendo) y una figura de Tropius, uno de mis Pokémon favoritos, que compré en un Expomanga. Nunca se me dio por coleccionar cromos ni por jugar a los tazos, así que carezco de esos recuerdos (lo sé, no tuve infancia).
Si os habéis fijado en la portada, hay una dedicatoria de Bonache (el Cyndaquil dibujado no podía falta, que por algo su última evolución es mi pokémon favorito), un ilustrador de cómics, al cual tuve la oportunidad de conocer en persona hace unos cuantos días, y aparte de ser una persona agradable, también ha escrito un cómic llamado «Gameboylands«, del cual ya os hablaré más adelante (por el nombre podéis deducir de que se trata).
Dando por terminada mi colección de objetos pokémon, pasemos a las del resto del equipo:
Trivi
Como objeto a destacar, la carta de Mew promocional que te daban en el cine después de ir a ver la primera película, Mewtwo vs. Mew, que muchos seguramente también la tendréis (yo me incluyo); y el Pokéwalker, ese aparatito que se quedó en el olvido después de Pokémon Corazón Oro y Alma Plata.
Carslock
Su gran tesoro es una pokéball a tamaño real, cuyo interior guarda un Poliwrath de… ¿oro? (así le engañaron en la tienda).
Fede
Según me ha comentado Fede, en su casa guarda un total de 106 figuras y no 70 como había dicho en el artículo del lunes. No las he contando, pero si hay algún valiente, que lo haga por favor, así comprobamos si es verdad. Por cierto, ¿os habéis fijado en el Pikachu fofisano que saluda a la cámara?
«A estas alturas, todos los niños y no tan niños del mundo, y la mayoría de sus sufridos padres, ya saben qué es Pokémon. Cromos, cartas, una serie de televisión, un montón de juguetes, merchandising y varios videojuegos se encargan de recordarlo»
Este fue un texto que escribí en mi cuaderno de dibujo (no os lo muestro para evitaros traumas) cuando tenía 10 años y aunque lo he modificado un poco (lo que está en negrita), no creo que haya variado mucho a hoy en día, porque pueden pasar muchísimos años, pero el espíritu Pokémon nunca se olvidará.