De vuelta con mi querida sección de Rupias Olvidadas, os traigo una saga de la actual generación que no ha obtenido todo el reconocimiento que se merece, hablo de nada más ni menos que de Dillon’s Rolling Western.
Aunque lamentablemente muchos solo conocerán algo de esta franquicia por el hecho de que su personaje protagonista haya aparecido como ayudante en Super Smash Bros. , hay que reconocer que Dillon esconde un juegazo entre sus pezuñas.
La personalidad de nuestro amigo armadillo es bastante chulesca (a la altura de Falco Lombardi, que ya es mucho decir) y que prácticamente no habla. Aunque para saber lo que piensa, tenemos a su incansable compañero Tapón, que nos sirve de conector para trasladarnos a este mundo lleno de rocas malvadas que se comen ovejas con forma de cebollas. Sí, habéis oído bien, nuestra misión en esta saga es defender a diferentes pueblos a que se queden sin su máximo recurso y luchar contra monstruos petrificados (Grocks en USA) que quieren zampárselo. Para ello, será necesario mezclar dos conceptos, Tower Defense y combates en tiempo real.
Dillon’s Rolling Western, es una saga desarrollada por Vanpool (estudio detrás de los juegos de Tingle), y siendo el productor Kensube Tanabe (Metroid Prime). De esta franquicia, por el momento, se han lanzado dos títulos, «Dillon’s Rolling Western» y «Dillon’s Rolling Western: The Last Ranger», su secuela directa.
Dillon’s Rolling Western
Este título se lanzó en exclusiva en formato descargable para Nintendo 3DS en 2012. En esta entrega se dieron las principales pautas de lo que iba a ser ambos títulos, una mezcla de varias mecánicas donde controlamos a Dillon con el Joystick junto con el uso del botón L, mientras que el resto del control se realiza con la pantalla táctil, la cual se usa tanto para explorar los escenarios como para los combates.
El desarrollo del juego se basa en 3 días, donde en cada uno de ellos tendremos el mismo objetivo, separándose el juego en dos partes. La primera fase del día consistirá en recolectar por el escenario diferentes tipos de recursos, donde los más importantes son los Manjus, que sería la “vida” del pueblo. Una vez pasado un tiempo prudencial, empezará la segunda fase del día, que es cuando comienza a atardecer y será el momento de plantarle cara a los monstruos que vendrán a comerse a los Manjus.
Aunque parezca una propuesta sencilla, el juego tiene una profundidad bastante alta, ya que en el momento de defender el pueblo, no solo tendremos que basarnos en nuestra habilidad para luchar contra estos monstruos, también tendremos un arsenal de torres que tendremos que fortalecerlas y armarlas para luchar contra los enemigos. Este factor estratégico, dota al jugador de muchísimas posibilidades, que tendrá que estar pendiente de todo el mapa (gracias a la segunda pantalla) y a su vez enfrentarse con un sinfín de oleadas enemigas, para ello de nuevo, gracias a la pantalla táctil. Dillon es capaz de desarrollar una coreografía de golpes muy amplia, que no requiere de mucho aprendizaje para poder usar, pero sí destreza para saber que tipos de ataques vienen mejor en distintas situaciones.
Una vez que termine el tercer día y el pueblo se haya salvado, Dillon emprenderá un viaje hacia un nuevo escenario, es decir, hacia un nuevo pueblo que habrá que salvar y así hasta un total de 10 fases (quitando niveles extras), donde visitaremos a toda una fauna animal “humanizada”.
La sensación global que te ofrece el juego es estupenda, con una muy buena ambientación, un control absolutamente sublime y además dando muchas horas de juego (unas 30 tardé en terminarme la historia), siendo divertidas y desafiantes a la par. Completar el juego supone un reto, pero siempre viendo que tienes posibilidad de mejorar y prepararte mejor la próxima vez.
Dillon’s Rolling Western: The Last Ranger
Con seguridad, la primera entrega obtuvo la rentabilidad que esperaban, por lo que no tardaron en lanzar su secuela un año después en la misma consola y con el mismo formato.
Las primeras impresiones que se tiene al probar The Last Ranger (si has jugado al anterior), es “esto es igual, pero mucho mejor”, exacto es la versión 2.0 de Dillon’s Rolling Western. No solo añaden nuevas fases y funciones (que luego comentaré), sino también el apartado técnico, tanto visual como sonoro, y sobre todo la jugabilidad, han sido perfeccionadas, siendo un auténtico placer el volverte a perder por el Oeste.
Uno de principales añadidos son los justicieros, que acompañarán, una vez te ganas su respeto, en ciertas misiones a Dillon para ayudarle a defender el pueblo. En total son tres, cada uno con sus características y precios diferentes (sí, todo hay pagarlo).
Otra de las novedades que se incluyen en esta secuela, son unos nuevos tipos de fases, en las que no solo hay que defender el pueblo, sino también, al atardecer del tercer día, tienes que proteger a un tren de los monstruos. Estas misiones conllevan un plus de dificultad, pero bueno, por algo tenemos a nuestros justicieros para que nos ayuden a repartir a diestro y siniestro. El juego en total contiene 12 fases, siendo aún más largo que su antecesor.
Además de estas características, simplificaron uno de los problemas del juego anterior, las estrellas. En Dillon’s Rolling Western, era necesario una puntuación concreta para pasar al siguiente pueblo, clasificándose en estrellas según el tiempo que habías invertido en defender el pueblo anterior. Esto en ocasiones, hacía que tuvieras que repetir algunas fases por obligación para obtener mejores resultados. En The Last Ranger, añaden la posibilidad de poder comprarlas por un alto coste, eso sí, estas estrellas estarán sucias, por lo que dañarán un poquito tu orgullo, ya dependerá de cada cual, el invertir más tiempo o ir avanzando con estrellas sucias.
Por último, otras funciones a resaltar, son la inclusión de cuevas para obtener recursos (fuera de los pueblos) y un sistema de logros bastante útil.
Personalmente, esta entrega, me gustó mucho más que el juego original, mejorando en todo al original, facilitando el desarrollo del juego y haciéndolo apto para todo tipo de jugador. Aún con estas ayudas, el título es más difícil que la primera entrega, pero para nada frustrante.
Una grandísima saga, sí señor
La franquicia Dillon’s Rolling Western, solo ha tenido un punto en contra, la publicidad, ya que al ser un producto de presupuesto bajo, se obtiene a la mínima una gran rentabilidad. Una muy buena idea, sería lanzar el juego en retailer también (al igual que se ha hecho con otros juegos como «Mario vs. Donkey Kong», por ejemplo), para tener una mayor visibilidad. Respecto a si habrá más entregas en el futuro, es difícil saberlo, sobre todo sin saber la rentabilidad que ha tenido The Last Ranger.
Un punto a favor en ambos juegos y que me gustaría destacar, es lo carismáticos que son los personajes que componen esta saga, en especial los protagonistas. También hay que aplaudir una fascinante banda sonora que, aún sin alardes, es capaz de hacerte tararear hasta la saciedad sus melodías.
Como conclusión general, es una saga imprescindible, sobre todo por la calidad-precio que ofrece (10€/$), convirtiéndose en juegos realmente extensos. Como recomendación personal, aconsejo adquirir solo la segunda parte (si no quieres invertir tanto tiempo y dinero), ya que es todo más y mejor, notándose sobre todo en la precisión de los controles.
Espero que hayáis disfrutado o vayáis a disfrutar de esta franquicia, que desde luego no es un armadillo cualquiera, es Dillon.